sábado, 20 de noviembre de 2010

Lava lavadora

Me encantan las mañanas de sábado, porque pongo la lavadora.
Ya... esta muchacha perdió el norte, se cayó de un guindo. Pero voy a daros mis propios argumentos.
Te levantas, sin hora, despreoucapada, despeinada, legañosa, con ganas de bollitos y café.
Haces café , te asomas al balcón, los rayos de sol te acarician la cara. Es el único día que puedo aprovechar tender con sol, calor, hasta me dan ganas de entonar una canción antigua, vesitidita de blanco y con florecillas en el pelo. Mi abuela me diría, definitivamente mi nieta se cayó de un guindo...pues no es mejor la lavadora que frotar y frotar...

Luego espero, mientras la lavadora, lava que lava, me como mi bollito, tomo mi café a sorbitos, se arremolinan las gatas para conseguir alguna migaja.
Tendedero de colores, aroma fresquito para el alma.
Baja canela a tomarte una caña!!
Y la canela, corriendo que baja, aroma a lavanda y los pelos al viento.